La Universidad De Cambridge realizó un estudio cuyas conclusiones aseveran que el consumo de videos pornográficos desata reacciones cerebrales en los adictos al sexo, muy similares a las de un drogadicto con el consumo de drogas, y concluyó que: a mayor consumo de porno online, más se satisface la persona con el sexo explícito. Este estudio ha sido puesto en entredicho.
El Diagnostic and Statistical Manual de la American Psychiatric Association niega estas adicciones y por el otro lado, experiencias como la del psicólogo clínico Jaime Gómez Gilabert, la clínica del Dr. José Antonio Navarro, otras clínicas y publicaciones especializadas, establecen como normal los tratamientos y terapias para salir de esta adicción.
Según Gilabert, estos son los síntomas más frecuentes:
- Desinterés por las relaciones sexuales físicas. Los profesionales indican que ésta es la señal de alarma que desencadena el inicio de búsqueda de soluciones a esta adicción.
- Trazos combinados:aparece una transversalidad recurrente en esta adicción, que va desde la pornografía online a la prostitución, el cibersexo y la aparición de extremos como el voyerismo y el acoso sexual.
- Expresión compulsiva:No hay emoción ni apetito sexual. Se realiza de forma mecánica, sin estímulos físicos que emocionen.
- Mentiras y sobreprotección del consumo de pornografía online. Contraseñas y borrado constante de historiales de navegación.
- Insatisfacción constante:no hay saciedad sexual y se manifiesta en otros ámbitos, como el laboral y el social.
- Dificultad para la auto estimulación sexual o la masturbación.
- Problemas sociales “a corto, medio y largo plazo”, como apunta Gilabert.
- Aislamiento y dificultades con las relaciones de pareja y usualmente hasta con las relaciones eventuales.
- Insatisfacción: Se manifiesta como una avidez por la búsqueda y no encuentro de contenidos cada vez más raros y escabrosos.
- Intensidad del consumo,otro de los aspectos apuntados por Gilabert.
- Ira e irritabilidad injustificada en cualquier ámbito familiar o social.
El tema ha creado una controversia aguda y una polémica que implica a sexólogos, siquiatras, sociólogos y demás especialistas; sin lograr que se pongan de acuerdo.