Practicar sexo en lugares públicos es una de las fantasías sexuales más populares tanto en hombres como en mujeres. Asimismo, la playa puede ser un lugar con un toque especial de erotismo, pero no siempre ocurre tal y como esperamos.
El derroche de pasión puede verse truncado en cualquier momento, incluso en el más inesperado. Esto fue lo que le ocurrió a unos jóvenes mientras disfrutaban del encanto de una playa almeriense, concretamente sucedió en Almerimar, en la localidad de El Ejido.
Aprovechando el inicio de la época estival, la baja afluencia de gente y las cálidas aguas del mar Mediterráneo, la pareja comenzó a realizar el acto sexual cuando los músculos de la vagina se contrajeron, durante la penetración, y el miembro viril quedó completamente atrapado en su interior.
Este inusual acontecimiento es conocido como ‘penis captivus’ y lo probabilidad de que tenga lugar es ínfima, pero a esta pareja le sucedió en el escenario más desfavorable. Los enamorados se vieron obligados a pedir a un bañista una toalla para poderse tapar mientras los servicios de emergencia se desplazaban al lugar de los hechos.
La pareja fue trasladada a un centro médico y, una vez allí, los facultativos provocaron, a través de una inyección, que los músculos vaginales se relajasen para liberal el miembro masculino.
De esta forma se puso fin a lo que iba a ser una excitante jornada, la cual no solo nunca olvidarán, sino que puede les haga pensarse si volver a materializar el erótico deseo sexual. No obstante, según indican los expertos, el suceso no está vinculado ni al escenario ni a la postura.
