No sientas miedo: Deja que tu pareja vea tus peores ángulos, si lo están pasando bien de verdad y no es la primera que lo hacen, a tu pareja no le importara en lo absoluto.
Masturbación en pareja: Mientras tu pareja te acaricia, observa los movimientos de su mano a través del reflejo de ambos en el espejo. Esto no sólo te permitirá ver todo lo que hace, sino también te ayudará a tener un contacto permanente con su mirada, lo que te hará sentir más segura y por consiguiente más excitada.
No mires nerviosamente al espejo: Aunque no te sientas completamente segura o seguro de ti mismo, finge más de la confianza que tienes, al comienzo, luego tomaras confianza por ti misma.
Oculta tu identidad. Si te cuesta verte teniendo relaciones sexuales frente al espejo, puedes probar a ponerte una máscara o antifaz, de esta forma el anonimato te permitirá alcanzar nuevas sensaciones de erotismo. Al ocultar tu identidad, te sentirás más libre para actuar y sentir.
Si no quieres sentirte demasiado expuesta: puedes recurrir a un espejo mediano, en lugar de utilizar uno de cuerpo entero.
Si aun con un espejo mediano: te sientes aun tímida, puedes probar usando un espejo pequeño, puede ser de mano, y observar como su pene entra y sale de tu vagina.
Prueba ángulos diferentes. Puedes hacer el amor en la sala o en la recamara, lo esencial es que ambos se vean perfectamente en el espejo, ya que de esa forma podrán captar los gestos y movimientos de los dos. Es importante que trates de experimentar esa faceta de tu sensualidad y coqueteo. Disfruta del acto de mirar al otro y sobre todo, a ti misma, goza y prueba nuevas expresiones de tu cuerpo.
Si termina gustándoles demasiado: el reflejo de sus cuerpos en el espejo, intenta colocar uno en el suelo, mientras hacen el amor de pie.
La sensualidad esta en todo: está en los ojos, en cómo miras y cómo te miran, en la actitud, los movimientos, cómo acaricias y te acarician, ver cómo te besa la otra persona, las sábanas, los cuerpos desnudos y quejarse.
